🏃♂️ ¿Sabes qué es la Fisioterapia Pediátrica?
Movimiento con propósito: el camino hacia un desarrollo más pleno
Introducción
Durante la infancia, el movimiento no solo es una forma de explorar el mundo: también es una herramienta fundamental para el desarrollo físico, neurológico y emocional. Cuando un niño presenta dificultades para moverse, mantener el equilibrio o realizar actividades básicas según su edad, su desarrollo integral puede verse comprometido.
Aquí es donde entra en juego la fisioterapia pediátrica, una rama especializada que aborda las alteraciones motoras desde una perspectiva clínica, lúdica y adaptada a cada etapa del crecimiento. Esta terapia no solo busca rehabilitar, sino fortalecer habilidades, prevenir complicaciones futuras y promover la autonomía del niño en su entorno cotidiano.
¿Qué es la fisioterapia pediátrica?
Es una especialidad que se enfoca en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de bebés, niños y adolescentes que presentan alteraciones en el movimiento, el desarrollo motor, la postura, el tono muscular o el sistema musculoesquelético.
Su principal objetivo es ayudar al niño a alcanzar el máximo nivel de funcionalidad posible, respetando su ritmo y fomentando su participación activa en el juego, la escuela y la vida diaria.
A diferencia de la fisioterapia para adultos, la pediátrica tiene un enfoque mucho más dinámico y creativo: incorpora el juego como herramienta terapéutica, lo que permite que el niño se motive, disfrute y colabore activamente en su proceso de rehabilitación.
“Cada pequeño movimiento que se logra, es un gran paso hacia la independencia y la confianza.”
— Lic. Mariana Flores, Fisioterapeuta Pediátrica | Zacatecas, México
¿A qué niños está dirigida esta terapia?
La fisioterapia pediátrica atiende desde recién nacidos hasta adolescentes, y es especialmente útil en casos como:
Retrasos en el desarrollo motor: cuando un niño no alcanza hitos como voltearse, sentarse, gatear o caminar en el tiempo esperado.
Bebés prematuros: para apoyar su desarrollo neuromotor y prevenir alteraciones posturales.
Trastornos neurológicos: como parálisis cerebral, síndrome de Down, trastornos del espectro autista, espina bífida, entre otros.
Condiciones ortopédicas: como pie plano, escoliosis, tortícolis congénita, displasia de cadera, fracturas o luxaciones.
Trastornos del tono muscular: hipotonía (tono bajo) o hipertonía (tono alto).
Trastornos de coordinación y equilibrio.
Síndrome de Guillain-Barré u otras neuropatías infantiles.
Traumatismos craneoencefálicos.
También es útil en procesos postquirúrgicos, rehabilitación respiratoria, y para mejorar el desempeño físico general en niños con alguna discapacidad o con limitaciones de movilidad.
¿Qué beneficios ofrece?
La fisioterapia pediátrica no solo corrige posturas o fortalece músculos: también promueve un desarrollo global saludable. Entre sus beneficios destacan:
✅ Mejora la fuerza, el equilibrio y la coordinación.
✅ Favorece el control postural y el tono muscular adecuado.
✅ Estimula el desarrollo psicomotor acorde a la edad.
✅ Previene o disminuye contracturas, deformidades y dolor.
✅ Promueve la independencia funcional y la participación en el juego.
✅ Reduce el riesgo de complicaciones físicas a largo plazo.
✅ Fomenta la confianza, autoestima y motivación del niño.
Todo esto se logra a través de técnicas específicas y adaptadas a la etapa del desarrollo, el diagnóstico y las capacidades del niño.
¿Cómo es una sesión de fisioterapia pediátrica?
Cada sesión es diferente y se adapta a las necesidades individuales del niño. Sin embargo, generalmente incluye:
Valoración inicial detallada del desarrollo motor.
Establecimiento de objetivos terapéuticos realistas y funcionales.
Ejercicios de fortalecimiento y control motor.
Juegos y actividades lúdicas con fines terapéuticos.
Uso de materiales como pelotas, colchonetas, rampas, espejos y juguetes.
Técnicas manuales para mejorar el tono muscular o liberar tensiones.
Orientación a padres para continuar con el trabajo en casa.
En bebés y niños pequeños, se puede realizar en compañía del cuidador principal, lo cual favorece el vínculo afectivo y el aprendizaje activo.
¿Qué rol juega la familia en este proceso?
La familia es una pieza clave en la fisioterapia pediátrica. No solo proporciona información valiosa sobre el niño, sino que también participa activamente en el seguimiento de los ejercicios en casa, en la motivación del menor y en el acompañamiento emocional.
Una terapia será mucho más efectiva si se crea una alianza terapéutica entre el profesional, el niño y su familia. Por eso, los fisioterapeutas pediátricos también orientan a los padres sobre:
Posiciones adecuadas para el juego o el descanso.
Rutinas motoras saludables.
Actividades para reforzar la terapia en casa.
Adaptación del entorno del niño para favorecer su desarrollo.
¿Cuándo solicitar una valoración?
Si observas que tu hijo:
No alcanza hitos motores en tiempo esperado (ej. no se sienta a los 8 meses, no camina al año y medio).
Tiene movimientos descoordinados o torpes.
Se cae con frecuencia.
Evita ciertos juegos físicos.
Tiene una postura inadecuada o usa siempre un mismo lado del cuerpo.
Presenta alguna condición neurológica o genética.
Es recomendable acudir a una valoración del neurodesarrollo. Un diagnóstico temprano puede marcar una diferencia enorme en su desarrollo.
Conclusión
La fisioterapia pediátrica es mucho más que “hacer ejercicio con niños”. Es un enfoque integral que combina ciencia, movimiento y juego para ayudar a cada pequeño a alcanzar su máximo potencial físico, emocional y social. Con el apoyo adecuado, tu hijo puede superar desafíos, ganar autonomía y vivir una infancia más plena y activa.
En nuestro centro, contamos con especialistas en fisioterapia pediátrica que acompañan a cada niño y familia con calidez, profesionalismo y compromiso. Si tienes dudas sobre el desarrollo motor de tu hijo, agenda una valoración con nosotros.
