
- Estimulación Temprana y Desarrollo Infantil
- junio 1,2025
- BY lobdra@gmail.com
- 0 Comments
¿Tu hijo tiene dificultades para comunicarse?
Señales, causas comunes y cómo apoyarlo desde casa y con ayuda profesional
Introducción El desarrollo del lenguaje y la comunicación es uno de los hitos más importantes en la infancia. A través del lenguaje, los niños expresan lo que sienten, piensan, necesitan y desean. Sin embargo, no todos los pequeños adquieren estas habilidades al mismo ritmo. Algunas señales pueden indicar que un niño está presentando dificultades en su comunicación, lo que podría afectar su bienestar emocional, sus relaciones sociales y su rendimiento académico si no se atiende a tiempo. Este artículo tiene como objetivo ayudarte a identificar posibles señales de alerta, entender algunas de las causas más comunes de estas dificultades y brindarte orientación clara sobre cómo intervenir de manera oportuna.
“Detrás de cada palabra que cuesta salir, hay un mensaje esperando ser escuchado con amor y guía.”
— Mtra. Sandra Pineda, Directora Clínica | Guadalajara, México
¿Qué son las dificultades en la comunicación infantil?
Las dificultades en la comunicación se refieren a los problemas que tiene un niño para expresar, comprender o usar el lenguaje de forma adecuada para su edad. Estas dificultades pueden ser leves, moderadas o severas, y afectar una o varias áreas, tales como:
Lenguaje expresivo (hablar o usar palabras/frases).
Lenguaje receptivo (comprender lo que otros dicen).
Articulación (claridad al pronunciar sonidos).
Fluidez (hablar sin interrupciones o bloqueos).
Interacción social (uso del lenguaje en contextos sociales).
Señales de alerta según la edad
Aunque cada niño tiene su propio ritmo, estas son algunas señales que pueden indicar la necesidad de una evaluación:
De 12 a 18 meses:
No responde a su nombre.
No señala para pedir cosas o mostrar interés.
No usa palabras simples como “mamá” o “agua”.
Tiene poco contacto visual o no imita sonidos.
De 2 a 3 años:
No forma frases de dos o más palabras.
Es difícil entender lo que dice, incluso para sus padres.
Tiene un vocabulario muy limitado para su edad.
No parece comprender órdenes sencillas.
De 3 a 5 años:
Omite muchos sonidos al hablar.
Cambia o inventa palabras con frecuencia.
Se frustra o evita hablar con otros.
Le cuesta mantener una conversación básica.
A partir de los 6 años:
Tiene problemas con la lectoescritura (inversiones, omisiones, confusión de letras).
Le cuesta organizar sus ideas al hablar o escribir.
Tiene dificultades para seguir instrucciones largas.
Prefiere no hablar en público o evita la interacción con otros niños.
Principales causas de las dificultades de comunicación
Las causas pueden ser muy variadas, y en muchos casos, intervienen múltiples factores. Algunas de las más comunes incluyen:
Retrasos simples del lenguaje, sin causa aparente (niños “late talkers”).
Trastornos del lenguaje (TEL): dificultades persistentes sin causa neurológica o sensorial.
Trastornos del espectro autista: donde la comunicación verbal y no verbal está afectada.
Problemas auditivos, como otitis frecuentes o pérdida auditiva.
Déficits cognitivos o del desarrollo general.
Factores emocionales: ansiedad, trauma, inseguridad.
Ambientes poco estimulantes: falta de interacción verbal constante.
Problemas motores orales que dificultan la producción de sonidos.
Es importante no asumir que el niño “ya hablará después” sin una evaluación profesional. En muchos casos, el tiempo es clave para lograr mejores resultados.
Impacto de no intervenir a tiempo
Ignorar las dificultades del lenguaje puede afectar profundamente al niño en múltiples áreas:
Académicamente: problemas con la lectura, escritura, matemáticas, comprensión.
Socialmente: aislamiento, baja autoestima, dificultad para hacer amigos.
Emocionalmente: frustración, ansiedad, dependencia excesiva.
Familiarmente: conflictos, malentendidos, dificultades de disciplina.
Cuanto antes se intervenga, mayor será la posibilidad de desarrollar estrategias efectivas que le permitan al niño comunicarse con éxito.
¿Qué hacer si sospechas que tu hijo tiene dificultades?
Observa y registra comportamientos relacionados con la comunicación (palabras que usa, cómo se expresa, cómo responde a instrucciones).
Habla con su pediatra o un profesional del desarrollo infantil para una primera orientación.
Consulta con un terapeuta de lenguaje o fonoaudiólogo, quien podrá hacer una evaluación formal del desarrollo del habla y lenguaje.
Evita comparar con otros niños, pero sí confía en tu intuición. Si algo te preocupa, es válido buscar respuestas.
Intervén desde casa mientras se establece el diagnóstico. Leer cuentos, cantar, jugar, hablarle constantemente y permitirle turnos de palabra son estrategias sencillas pero poderosas.
¿Cómo ayudan las terapias de lenguaje?
La terapia del lenguaje es un tratamiento especializado que ayuda a los niños a mejorar sus habilidades comunicativas. Está dirigida por profesionales capacitados y puede trabajar aspectos como:
Claridad del habla y pronunciación.
Comprensión y expresión verbal.
Vocabulario funcional.
Narración de historias y organización del discurso.
Habilidades sociales y uso del lenguaje en distintos contextos.
Cada plan terapéutico se adapta a las necesidades específicas del niño y se establece con metas claras, medibles y alcanzables. La participación de los padres es fundamental para que los avances se generalicen al hogar y a la vida diaria.
El rol de la familia: pilares del progreso
El acompañamiento familiar es esencial. Algunas sugerencias para apoyar desde casa:
Escúchalo sin corregir constantemente.
Repite con claridad sus frases, ampliándolas.
Celebra sus logros, por pequeños que parezcan.
Evita terminar sus oraciones. Dale tiempo para expresarse.
Establece rutinas de lectura y juego todos los días.
Recordemos que el lenguaje no se enseña, se construye juntos, desde la empatía, el juego, la atención y la comunicación afectiva.
Conclusión
Si sientes que tu hijo tiene dificultades para comunicarse, no estás solo. Con una detección oportuna y el acompañamiento adecuado, es posible lograr avances significativos. Cada niño tiene su propio ritmo, pero también tiene derecho a las herramientas necesarias para expresarse plenamente. La intervención temprana puede marcar una gran diferencia en su vida.
En nuestro centro, contamos con terapeutas especializados en lenguaje que pueden ayudarte a valorar, diagnosticar y trabajar con tu hijo paso a paso. ¡Estamos aquí para acompañarte en este camino!